(Obra: Valle de Ensueño; Marlene Uribe Tapia)
Producto de un sueño mal recordado,
Vi la vida pasar a mí alrededor,
Y yo seguí siendo el mismo,
Que dolor, que frustración.
Los miraba pasar,
Entre sonrisas y llantos,
Entre alegrías y angustias,
Y yo nada sentía.
Solo una pena me acompañaba,
Una sombra triste que enmudecía mis gritos,
Pidiendo ayuda,
Exclamando mi dolor.
Una jaula que yo mismo construí,
Como una invitación a darle al mundo una mirada,
Desde mi dolor,
Y sollocé tratando de despertar.
Solo estaba,
En media de la luz de la luna,
Que solo un reflejo brindaba,
De un bello sol que lo alumbraba todo al otro lado del
sueño.
¿Qué me aislaba?
¿Qué me pasaba?
Solo miraba tinieblas
En vez de observar despertares.
Y soñé que te acercabas,
Sonriendo,
Me mirabas con pasión y ternura,
Y dijiste que me escuchabas.
Escuchaste mi dolor,
Escuchaste mi llanto,
Escuchaste mi pasión
Y allí estabas.
Solo mirando,
Con infinito amor,
Aquello en lo que
me he convertido,
Un vestigio de un hombre asustado.
Temeroso de amar,
Temeroso de prosperar,
Preocupado del ¿qué va a pasar?,
Solo eso fui antes de ti.
Tu calor encendió mi hoguera,
Tu mirar despertó mis sentidos,
Tu voz me dio un camino,
Que transitar contigo.
El camino se ensanchaba,
Y las cosas parecían más lejas,
Aunque ya no te percibía,
Sé que estabas allí.
Un destello de luz irrumpió en todo el medio,
Desperté lentamente,
Y no te vi,
Pero sé que estuviste allí conmigo.
Ahora te busco,
Te busco casi desesperado,
Como un can que buscando a su amo,
Como una planta que busca su luz.
Ahora no sé si fuiste verdad,
No sé si estuviste allí,
Solo sé que te sentía,
Cerca, muy cerca, dentro de mí.