sábado, 1 de agosto de 2015

Sobre Hielo y Sombra.


Me siento solo,
Como el murmullo de las olas,
Como el susurro del viento,
En una noche profunda y serena.

Alma de vaga presencia,
Que aspira a ser inundada de amor,
Amor que no tiene,
Amor que anhela en un abrazo.

A veces siento que soy,
Solo una tenue figura,
Dibujado por el tiempo,
Deseando perdurar más y mejor.

Lanzado a un mundo de encuentros fugaces,
De corazones sombríos y rotos,
Que esperan recibir,
Lo que no pueden dar.

Ríos de lamento esperan nuestro camino,
Senderos sinuosos que no sabemos a dónde llevan,
Ni de dónde viene,
Pero que quedan por recorrer.

Cuando la luz se hace pesada,
La sombra calma como el hielo,
Un calor muy humano, adolorido,
Que se congela en la esperanza de sobrevivir.

Mis raíces se resecan,
Mis suspiros se hacen cortos,
Mis latidos trémulos y forzados,
Mientras no sé si podre sobrevivir.

Una leve y esperanzada mirada,
Me sostiene en la penumbra,
Rogando que no desfallezca,

En mi azul atardecer sombrío.

lunes, 9 de febrero de 2015

Amor de momento.


Una palabra al abismo,
Es un sueño despojado de orgullo,
Es una necesidad latente,
Es mi petición de que regreses.

Son oleadas de emociones,
Unas duras y otras suaves,
Esperando ser sanada,
La herida que me ha dejado tu vacío.

Te expuse mi corazón,
No sabría decir si lo pudiste ver,
Éramos muy diferentes,
Éramos vinagre y miel.

Quizás una petición de nuestra alma,
Cansada de siempre ser la misma,
Buscaba en tus alas mi libertad,
Buscaba en mis ideas tus sueños.

No me arrepiento de haberte soñado,
Quizás si me duele despertar en tu falta,
Pero de una cosa si estoy muy seguro,
Contigo habría crecido.

Me devolviste parte de lo que había perdido,
Que no estaba afuera desolado,
Sino en mí,
Descuidado.


Gracias por ser el amor que necesité en ese momento.

viernes, 16 de enero de 2015

Lo que necesitaba.


Una noche te encontré,
Improvisando comentarios,
En un círculo de amigos,
Donde yo era un intruso.

Poco a poco desperté,
Esa curiosidad incesante,
Esa mirada penetrante,
Y te había cautivado.

Pensé que venias para cuidar mi corazón,
No sabía que debía hacerlo igual,
En mi fantasía de ser mejor,
Deje de observarte tal como eres.

No sabía que al maltratar tu corazón,
También maltrataba el mío,
Y aun más fuerte,
Éste iba muriendo gota a gota.

La soledad nos amarraba más y más,
Me preguntaba si valía la pena seguir,
Un suspiro no tenía su espacio,
Una lágrima era silenciada a cada rato.

La rabia era nuestra amiga,
Pero más aun la indiferencia a nuestro sentir,
Una relación de multitudes,
Un beso que era ajeno a cada momento.

Como lo siento,
Si supiera que me mataba por dentro,
Te habría amado más,

Al final creo que era eso lo que yo necesitaba.